El folículo piloso esconde la célula madre de la piel

 

Un equipo de investigadores holandeses y suecos con el científico Hans Clevers a la cabeza han descubierto a la “madre”, es decir el origen, de todas las células de la piel. En concreto, la fuente original de células madre de la piel se encuentra en los folículos del cabello.

 

El grupo de cientificos ha explicado en la revista Science que la piel está formada por tres tipos diferentes de células, los denominados folículos pilosos, las glándulas sebáceas y el tejido que hay entre ellos, más conocido como epidermis interfolicular.

 

Hasta el momento los científicos creían que las células madre de cada una de estas tres poblaciones de la piel eran capaces de producir su propio tipo de célula, pero no se había encontrado una “madre” que produjera los tres tipos “. “Esta es la madre de todas las células madre de la piel, fabrica todas las otras células madre”, aseguró Clevers. Esta nueva “madre” contiene altos niveles de un gen llamado Lgr6, que son las células epidérmicas originales.

 

De un pelo a un trozo de piel

Este nuevo descubrimiento permitirá generar nueva piel desde su base original, permitiendo darle un aspecto real, con humedad de las glándulas sebáceas y la capacidad de que crezca de nuevo el vello. Actualmente, los científicos ya pueden generar nueva piel en el laboratorio usando tejidos de células ya existentes provinentes de pacientes que sufrieron quemaduras graves, pero esta nueva piel a menudo es quebradiza, seca y no tiene vello, lo que le da un aspecto extraño.

 

Sin embargo, el estudio se realizó con ratones adultos con heridas y fue así como pudieron comprobar como las células Lgr6 situadas alrededor de la lesión generaba un nuevo crecimiento y reparaba la piel. Clevers afirma que estas mismas células madre “existen en los humanos, podemos verlas, y la promesa es que estas células probablemente van a ser mucho mejores que cualquier cosa que hayamos tenido hasta ahora para hacer nueva piel”. Ahora, los investigadores tienen que aprender a aislar las células Lrg6 de la piel humana, un proceso que podría tardar en realizarse de dos a tres años. “Estamos aprendiendo a cultivar las células de los ratones. Una vez que sepamos hacerlo y aislar la variante humana, deberíamos poder cultivar las células humanas”, afirma Clevers.

 

Fuente:  factual.es

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