Durante muchos años se ha creído que la herencia genética influye de manera directa en el proceso de envejecimiento, es decir, que si nuestras madres presentaron arrugas de forma prematura, nuestro cutis envejecerá de manera similar; sin embargo, es importante resaltar que los factores genéticos influyen sólo en un pequeño porcentaje (30 por ciento) en el proceso de envejecimiento de la piel.
La genética determina la apariencia de la piel con relación a cuatro características: tonalidad, resistencia racial, oleosidad (nivel de producción de grasa) y en la integridad de enzimas reparadoras (capacidad de regeneración de la piel ante los efectos dañinos), siendo los factores externos, hormonales y los hábitos de vida, los elementos de mayor impacto.
De acuerdo con la Dra. Graciela Guzmán, reconocida dermatóloga de la Fundación Mexicana de Dermatología, el envejecimiento es la consecuencia inevitable del tiempo, todos los órganos y sistemas sufren este proceso; sin embargo, la piel y sus anexos (uñas y pelo) son los que más se muestran ante los ojos de los demás.
En este sentido, la doctora comenta que existen seis tipos de envejecimiento:
1. Cronológico – Genético
El envejecimiento cronológico – genético, es aquel causado por el paso de los años y el reloj biológico, ocasionando una disminución gradual de las funciones celulares de todos los órganos. A partir de los 30 años de edad, la estructura de la piel comienza a deteriorarse, debido a que se pierde de 1 a 2 por ciento de elastina y colágeno por año, lo que ocasiona una disminución de la firmeza, elasticidad y humedad de la piel, ocasionando la aparición de signos de envejecimiento como líneas de expresión, arrugas, manchas y flacidez.
Para disminuir su efecto
Este tipo de envejecimiento es inevitable pero con el apoyo de suplementos administrados de forma oral es posible ayudar al cuerpo a regenerar de manera natural la producción de colágeno y elastina desde las capas más profundas de la piel, reduciendo los signos del envejecimiento.
2. Foto-envejecimiento
Este tipo de envejecimiento es producido por la sobreexposición a la luz solar. Un alto porcentaje del daño que sufre la piel es causado por los rayos UVA y UVB, los cuales penetran hasta la dermis y activan los radicales libres, principales enemigos de la piel, responsables del daño causado a las fibras de colágeno y elastina, lo que ocasiona que la piel pierda su habilidad para retener la humedad, tornándose seca, flácida y opaca.
De frente al sol
Las personas de piel clara están más predispuestas a sufrir lesiones por foto-envejecimiento que aquéllas que tienen piel morena. Es importante recordar que las horas del medio día entre las 11 a.m. y las 3 p.m. son las de mayor radiación, por lo que se debe evitar exponerse al sol durante estas horas y nunca olvidar proteger la piel con filtros solares.
3. Hormonal
Causado por la disminución de las hormonas sexuales. La piel está regulada por las hormonas, ya que tienen una influencia decisiva sobre el grosor de la piel, su hidratación, su pigmentación y la regulación de la cantidad de cebo. Así también, estimulan la síntesis de las fibras de colágeno y elastina en la epidermis para una mejor elasticidad de la piel.
El factor cronológico
A partir de los 45 – 50 años, la producción de estrógenos en las mujeres disminuye y ocasiona cambios fisiológicos en los tejidos. En esta etapa de la vida, la pérdida de colágeno se incrementa un 30 por ciento en los cinco años posteriores a la menopausia, además el déficit hormonal de la menopausia provoca una pérdida del 25 por ciento de los lípidos de la superficie y 25 por ciento de agua, como consecuencia de ello, la piel se vuelve visiblemente más reseca y flácida.
Para ayudar a la piel a retener su firmeza y luminosidad, la comunidad médica – científica se ha dado a la tarea de investigar sobre los tratamientos adecuados para contrarrestar los efectos del envejecimiento hormonal. Entre estas opciones, existen suplementos que contienen fórmulas especiales para ayudar al organismo a regenerar los tejidos dañados por el déficit hormonal y controlar el proceso de envejecimiento.
4. Comportamiento
El 70% por ciento del envejecimiento es causado por factores externos y hábitos en el estilo de vida que se tiene, por ejemplo: una mala alimentación, el sedentarismo, poco descanso, la contaminación, el estrés, el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el cigarro, que afectan a las células, produciendo radicales libres que oxidan el organismo y por lo tanto aceleran el envejecimiento.
Acción antiedad
Para contrarrestar los efectos del tiempo y la oxidación en la piel, la dermatóloga Graciela Guzmán, explica que para mantener una piel saludable y bella, es importante tener un cuidado integral del cuerpo, con rutinas que se enfoquen en la protección desde el interior. Para ello recomienda:
- Mantener una adecuada rutina de ejercicios.
- Evitar la exposición directa al sol utilizando protección solar diariamente.
- Moderar el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco.
- Utilizar productos tópicos acordes al tipo de piel, edad y estación del año.
- Tener una alimentación equilibrada.
- Uso de suplementos alimenticios que contengan en su fórmula nutrientes y antioxidantes, que ayuden a mejorar la densidad de la piel y a protegerla del ataque de los radicales libres, como es el caso del cosmeceutico Imedeen.
5. Catabólico
Este tipo de envejecimiento se manifiesta como consecuencia de enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras. En este tipo de condiciones, el desecho de toxinas y la circulación sanguínea disminuye, provocando diversas alteraciones metabólicas que aceleran el envejecimiento.
6. Gravitacional
Al igual que sucede con el envejecimiento cronológico, el gravitacional se presenta por el paso del tiempo, sin que podamos detenerlo. Sólo una rutina de cuidado diario de la piel, buenos hábitos y un estilo de vida saludable pueden ayudar a mantener su firmeza por más tiempo.
Fuente: mundo52.com