Manos y uñas bellas

 

 

¿Es posible corregir la forma y el tamaño de las uñas?

Sí, se puede, sólo que cada tipo de uña necesita un tratamiento diferente, aunque las herramientas básicas para hacerlos son la lima y una correcta aplicación del esmalte.

Existen varios tipos de forma de uñas: cortas y anchas, alargadas, triangulares, redondas, etcétera.

 

 

 

En las uñas cortas y anchas, los bordes deben dejarse crecer y no limar nunca hasta la carne para no lastimar,  dando forma ligeramente ovalada.

En las uñas alargadas con forma almendrada, se lima respetando la forma del ángulo.

En las triangulares, en cambio, no debe limarse los bordes porque esto le acentúa la forma triangular.

Las uñas largas rectangulares se liman rectas, sin apurar los bordes, siguiendo una línea perpendicular al dedo.

Por último. las uñas redondas, se liman en óvalo dejando crecer un poco los bordes para aumentar su longitud.

En cuanto al esmalte, la base es imprescindible para proteger las uñas y fijar la laca. Esta última ayuda a secar el esmalte más rápido pero no inmediatamente.

 

Algunos enemigos del esmalte son los aceites esenciales, ciertos jabones y algunas cremas de manos, ya que pueden oscurecer y opacarlo. Los largos baños calientes tampoco son buenos para las uñas. Además, el esmalte jamás debe secarse al sol, ya que provoca que se levante enseguida y que la base se vuelva amarilla, algo muy frecuente en el verano.

 

La laca de uñas nunca debe aplicarse justo antes ni después del baño porque la humedad, como la grasa, impide su adherencia. Para secar el esmalte instantáneamente, pasar los dedos por agua fría unos minutos después de aplicarlo. Si el color desborda en la piel, presionar con un poco de algodón impregnado de quitaesmalte justo en la mancha.

 

Saludables y seductoras

Los cepillos de uñas  deben tener las cerdas rígidas para limpiar bien las bacterias.

Es recomendable usar quitaesmaltes sin acetona y con algún componente para humectar las uñas.

Este invierno las uñas larguísimas no están de moda y se imponen los colores fuertes.

 

Esmaltes: un color para cada piel

La elección del tono de las uñas es una cuestión de gusto, pero ciertos colores de esmalte combinan mejor con cada tono de piel. Los tonos naturales y discretos como el marfil el blanco, el beige y el rosa claro resultan favorables en todas las uñas, aunque tienen una perfecta armonía con las pieles blancas. Los rosas pálidos favorecen las pieles mates u oscuras, mientras que los rojos vivos resaltan las pieles muy blancas o las francamente mate. En cuanto a la forma, los tonos bordó y ciruela se adaptan mejor a las uñas cortas y cuadradas. Los tonos muy oscuros deben ir sobre uñas cortas y sientan mejor sobre pieles claras. El negro, un color marginal en los esmaltes, debe reservarse para momentos muy especiales.

 

Fuente: lagaceta.com.ar

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