BUENAS ONDAS

Todo sobre la electro-estimulación, una de las últimas novedades para reducir centímetros sin esfuerzo.

 

¿Qué es la electro-estimulación?

Es una técnica de remodelación corporal que, a través de impulsos eléctricos que producen contracciones musculares, ejerce un efecto estimulante para la movilización de los depósitos grasos en las distintas zonas del cuerpo. ¿Sus beneficios? Reafirma, tonifica y rehabilita los músculos; evita la flaccidez de brazos, muslos, glúteos y piernas. También es recomendable como tratamiento post-parto ya que actúa como un estimulo tónico, aumenta la consistencia y reduce la flaccidez. La técnica de la electroestimulación se emplea en la rehabilitación desde mediados de la década del ´70 y ha aportado importantes para tratar afecciones musculares como atrofia, contracturas, trombosis y músculos paralizados, además del tratamiento del dolor.

 

¿Cómo funciona?

Consiste en la aplicación de corrientes que simulan el impulso eléctrico que envía el sistema nervioso al músculo para que realice la contracción. Este estímulo se realiza a través de la colocación de placas o electrodos sobre la superficie a tratar con el fin de lograr que el músculo se contraiga, tal como lo haría si hubiera recibido el impulso nervioso. Las contracciones involuntarias de los músculos desencadenan, a su vez, una variedad de efectos sumamente útiles en los tratamientos estéticos. Así, la electro-estimulación actúa desde los tejidos internos del organismo hasta los externos y tiene tres efectos fisiológicos fundamentales:

 

– Como gimnasia pasiva, la contracción muscular tiene un efecto tónico y trófico (al mejorar la circulación sanguínea y linfática de las zonas tratadas facilita la nutrición de las células), aumentando su consistencia y reduciendo el grado de hipotonía o flaccidez.

– Como estímulo circulatorio, favorece la circulación superficial, profunda y la linfática. Por eso es útil para tratar edemas de origen vascular y afecciones circulatorias

– Como activador del metabolismo, promueve los recambios nutritivos.

 
¿Cuáles son sus aplicaciones?

Las zonas en las que se puede trabajar son múltiples: glúteos, caderas, estómago, piernas y brazos. Y está indicada para: reafirmar los músculos, aumentar el tono y elasticidad de la piel, aumentar la masa muscular, reducir la flacidez secundaria en procesos de adelgazamiento, como coadyuvante en procesos de eliminación de celulitis, y como drenaje linfático facial y corporal.

 
¿En qué consiste una sesión?

Se colocan unos electrodos sobre la zona del cuerpo que se quiera fortalecer, éstos van conectados mediante cables al aparato que emite la frecuencia eléctrica. El músculo se contrae de forma involuntaria sin que el paciente deba realizar ningún tipo de esfuerzo: de aquí deriva el nombre de gimnasia pasiva utilizado comúnmente para referirse a la electro-estimulación.

 

Primero se tonifica el músculo mediante una contracción muscular que se mantiene durante unos instantes y que reafirma la fibra muscular. A continuación, si existen tejidos adiposos, se aplica una corriente continua para reducir la retención de líquidos y mejorar la circulación. Finalmente, se interviene sobre el tejido más superficial para tonificar la epidermis y darle mayor elasticidad. A pesar de que normalmente estos tres procesos no se hacen al mismo tiempo, algunos aparatos pueden trabajar simultáneamente el tejido muscular y el tejido celular subcutáneo.

 

Las sesiones duran aproximadamente 45 minutos, y en ellas muchas veces se combinan ondas rusas, masajes drenantes con aplicación de cremas reductoras. Las sesiones deben realizarse dos a tres veces por semana.

 
¿Resultados visibles?

Transcurrido un mes de tratamiento se observa una notable disminución de la retención de líquidos, una reducción del volumen de los depósitos grasos, una mejora en el aspecto de la piel con celulitis y mejor tono muscular.

 
¿Tiene contraindicaciones?
 

No todos los electroestimuladores son iguales, ni cumplen por igual su cometido. La importancia del tipo de onda, de su duración, de su amplitud y de su frecuencia es esencial a la hora de obtener resultados satisfactorios y garantizar la seguridad del paciente. No pueden realizar este tratamiento personas con marcapasos, con tumores y metástasis o en el abdomen en mujeres embarazadas.

 
Investigación: Ma. Jimena Barrionuevo. Asesoró: Susana López. Cosmiatra. Jefa de Recuperación tisular del servicio de Cirugía Plástica Hospital de Agudos Cosme Argerich. www.susana-lopez.com.ar

 

Fuente: larevistadesusana.com

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